La década de 1980 trajo muchos cambios al mundo, especialmente a la sociedad mexicana, que vio en el Atlantic el sedán ideal para los nuevos tiempos.
Pocas veces un auto ha causado tanto impacto en una sociedad como lo hizo el Volkswagen Atlantic. Las razones fueron diversas, desde sus acertadas características hasta su equilibrado precio, sobre todo en el momento en que fue presentado. El innegable éxito del Golf (denominado Caribe en México) llevó a la dirección de Volkswagen en Alemania a plantearse la posibilidad de desarrollar una versión de tres volúmenes y aprovechar la sinergia comercial que estaba viviendo el modelo inicialmenteplanteado como un auto de portón trasero. El mercado mexicano, impulsadoentre otros factores por el dinamismoy la solvencia financiera originados por los recientes descubrimientos de nuevos yacimientos petroleros en el Golfo de México, Veracruz y Tabasco, comenzaba a demandar nuevos vehículos, más acordes a las necesidades de una sociedad relativamente próspera, con una creciente clase media que buscaba un Volkswagen más elegante, más potente y mucho más moderno.
Realmente poco tiempo después del inicio de las ventas del Golf, La idea era sencilla: convertir el utilitario con carrocería tipo hatchback, es decir, con portón trasero, en un pequeño sedán con un maletero. Aunque pueda parecer una maniobra sencilla y que ambos autos sean práct icamen te iguales, exteriormente la realidad fue muy diferente. A pesar de lo que se suele pensar el encargo de diseñar la nueva carrocería no recayó en Giorgetto Giugiaro, el cual ya había realizado el diseño del Golf. Volkswagen decidió que esta modificación era una labor que podía hacerse internamente, así que el estilo de la carrocería fue obra del departamento de diseño, a cargo de Herbert Scháfer. Una de las mayores preocupaciones del equipo fue la aerodinámica, para lo cual ayudaron los faros enrasados, un spoiler más pronunciado debajo del paragolpes frontal y un maletero elevado, para darle al Jetta una forma de cuña, que ya se había demostrado eficaz en otros modelos de la década de 1970. Por esta razón, la parte delantera del Jetta resultó más limpia que la del Golf, un detalle al que ayudó en gran manera la forma rectangular de los faros frontales.
La década de 1980, que coincidió con la introducción del nuevo Atlantic, fue un periodo muy interesante para Volkswagen de México. Tras varios años de fabricación y comercialización de los mismos modelos
sin apenas variaciones, hacia 1976 la empresa comenzó a trabajar en profundidad para presentar nuevos modelos en el país. El Volkswagen Atlantic se presentó en el mercado mexicano en febrero de 1981 y no fue casualidad que en abril de 1980 se inaugurara la nueva nave de motores de Volkswagen en Puebla, con capacidad para fabricar diariamente 1.200 motores refrigerados por agua y 400 por aire. La empresa esperaba un gran crecimiento de ventas y los jóvenes mexicanos recibieron este modelo muy positivamente, debido a las excelentes experiencias que les había brindado hasta entonces su modelo hermano hatchback , el Caribe. En cuanto a las familias, en ese momento el competidor directo para el Atlantic en dicho mercado era únicamente el Renault 18, debido a sus similitudes en cuanto a utilidad, prestaciones y precio .
Como suele ser habitual, cuando el nuevo modelo llegó a México, se le dieron algunos retoques particulares. Se cambió el frontal con dos faros rectangulares simples por uno equipado con cuatro luces rectangulares más pequeñas, al estilo estadounidense, y se le dio otro nombre: Atlantic. Uno más para añadir a la lista de nombres con inspiraciones marineras que Volkswagen aplicó en México durante la década de 1980. Al principio el Atlantic llegó para posicio narse como el vehículo más alto de la gama de Volkswagen, por encima del Caribe. Esto hizo que fueran disminuyendo las ventas tanto del Brasilia como del Sedán, como había planeado Volkswagen, ya que su producción se estaba volviendo poco económica.
Durante el primer año el Atlantic dispuso de un motor de 1,6 litros y 66 CV (63 HP) con transmisión manual de cuatro velocidades y automática opcional de tres velocidades. Se comercializó en dos versiones denominadas Atlantic a secas y Atlantic GL. En 1982, el motor fue reemplazado por uno de 1,7 litros y 69 HP y la versión básica fue renombrada como Atlantic L.
FUENTE: Autos inolvidables, colección SALVAT